Bar considerado barroco-kitsch, que desarrolla la nueva moda londinense de crear lugares "excéntricos" para el gran público.
Con mesas largas de roble, sofás extravagantes, cortinas rojas y obras de arte surrealistas, cuanto menos llama la atención del visitante.
El local está situado en lo que antiguamente era una fábrica de envasado de carne lo cual le da al entorno el toque definitivo.
Se especializan en cocteles con nombres tan curiosos como Sta Ross, Calibre 30 o Signora Bianca.......ummmmm!!
Para rematar disponen de una sala privada sólo para socios cerrada con hierro forjado y llena de muebles franceses del S XVIII.
No me digais que no os está entrando la curiosidad.....
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