La puerta ya nos da una primera idea del lugar especial en el que entramos, con su gran cartel y sus exageradas columnas. Nos recibe en el Rossio desde el siglo XVIII, lo cual le da una solera especial a la que se une su fama de café literato.
El Café Nicola es un símbolo de la hostoria lisboeta, sobre todo de la zona de Baixa. En sus tiempos fue un lugar de encuentro para intelectuales y tertúlias literarias, pues era una librería con más de un siglo de historia y más “recientemente” un café con más de 200 años. Hoy es un local con un espíritu luso muy marcado.
El café Nicola es también un restaurante con una sala principal muy visitada durante las horas de almuerzo y sus platos famosos el “bife à nicola” o “bacalhau à Lisbonense” son ampliamente conocidos entre los paladares conocedores de la vida de la capital portuguesa.
Para rematar y como colofón un buen café al que siempre añadiremos uno de sus azucarillos que por algo son de coleccionista.
2 comentarios:
y el palito de canela que te ponen con el café es genial
No conocía tu otro blog!
Qué sitios más guays sugieres! :)
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