Y para rematar la semana parisina hoy os traigo un rinconcito con encanto, que según tengo entendido no conoce mucha gente....Se llama La Pagode y no es ni más ni menos que un cine, pero no un cine cualquiera, por algo es un lugar especial.
El nombre le viene dado de las "pagodas" orientales, ya que ese es su aspecto.
Custodiada por un jardín japonés en el que las plantas exóticas no son más que el broche de la construcción, esta pagoda no sólo tiene la magia de su construcción sino además la de su historia. Esa genialidad en mitad del distrito VII de París responde a un regalo que, allá por finales del siglo XIX, un acaudalado marido quiso hacerle a su esposa. Construyó para ella una pagoda que, para su promotor, se convirtió en un regalo envenenado ya que su mujer le abandonó al poco de terminar de construirse.
Más allá de la anécdota, lo más importante de este pabellón japonés es que desde 1931 se convirtió en un símbolo del Séptimo Arte. Uno que, en aquéllos tiempos, supuso un nido cultural sin competencia en París, siendo el lugar de referencia para todo intelectual.
Hoy sigue siendo eso, un cine, pero de lo más singular en la calle Babylone nº57
1 comentarios:
Un cine exótico y con historia. Y el jardincillo...
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