Creo que además de las delicias que ofrecen en este lugar, debo destacar que una de las cosas que más me llamó la atención fue su estética. Parece una café-pastelería sacado de una peli de los años 40
Sencilla, con una decoración más bien austera basada casi exclusivamente en sus propios productos, expuestos de manera que el cliente se ve casi obligado a probar alguno de sus pastelitos!
En 4 Clinton St. Nueva York
3 comentarios:
desde luego que invita a comer alguno de esos dulces.
.
Besos
Raquel
.
Jo, yo aquí me como uno de cada. Es genial, cosas así deberían de existir siempre.
Obligarme a probar??. A mi en un sitio así no me tienen q dar muchas palmas...es más son ellos los q me tendría q obligar a abandonar el local: de ahí no me movería hasta acabar con todas sus existencias!!
Publicar un comentario